Avanzar en industrialización de la construcción es avanzar hacia un nuevo modelo constructivo, marcado por la modernidad y la sostenibilidad. Supone aplicar materiales y sistemas de construcción integrales mediante la prefabricación, por lo cual su elección por parte de los proyectistas es clave. Muchos los pudimos ver Construmat 2024.

Con la construcción industrializada, los agentes de la construcción solo pueden coordinarse desde fases tempranas del proyecto, por lo cual la elección de materiales y sistemas industrializados también se define antes. De este modo, el proyecto queda cerrado y definido a primeros del proceso y evita improvisaciones. Tratamos en este artículo la introducción de nociones básicas pero prácticas en la hora de pensar en un proyecto con componentes industrializados.

Cuestiones a tener en cuenta para la elección de materiales y sistemas

La fase inicial de un proyecto pasa para elegir materiales y sistemas constructivos por parte del arquitecto, el promotor y la constructora; especialmente en construcción industrializada, en que se precisa una coordinación entre las partes desde el principio para definir el proyecto y sus componentes. El promotor, el arquitecto y el constructor conocen los costes, plazos, impactos ambientales y el resultado de eficiencia del edificio a ejecutar y tienen la certeza que, gracias a la digitalización y a la industrialización del proceso, el resultado previsto será el cierto y sostenible. Es decir, la fase inicial es la básica y previa, pero sobre todo, hace que el proyecto sea previsible y definido.

En esta fase se precisa el uso de materiales y componentes que den facilidad en la hora de integrarlos en el conjunto y así se busca:

La ligereza/mejor densidad: reducir el peso, el que afecta a la medida y el transporte.
La reciclabilidad: La construcción industrializada cuenta con la ventaja de la facilidad de montaje, pero también de desmontaje. Con materiales reciclables y retornables a la cadena de valor, el impacto ambiental se reduce considerablemente. Se estima que la construcción industrializada puede evitar hasta el 60% de los residuos de obra.
El trabajo en seco: el no uso de agua, es decir, soluciones que utilicen componentes de ‘junta seca’, cosa que favorece la limpieza de la obra.
El ciclo de vida: tener en cuenta la menor impronta de carbono y empezar a incluir materiales innovadores como los de tecnología aditiva (con impresoras 3D), vidrios inteligentes para la captación y protección solar, nanomateriales o biomateriales.

Sistemas constructivos de presente y de futuro

La innovación viene, fundamentalmente, en el proceso de producción ‘fuera de lugar’ o ‘offsite’, que permite métodos de construcción más rápidos y eficientes, y por tanto una reducción del consumo de energía durante la fase de construcción.

El proceso de industrialización (de integración en fábrica) puede ser de mayor o menor intensidad, por lo cual encontramos sistemas de construcción integrales mediante la prefabricación de un panel SIP (Structural Insulated Panel) o base, con el cual es posible construir los suelos, muros, forjados y cubierta de un edificio completo. Es un ejemplo de construcción 2D, que a partir de una serie de paneles autoportantes que incorporan aislamiento térmico, se producen en fábrica y posteriormente se transportan a obra para su montaje. También es tendencia construir en fábrica sistemas de instalaciones técnicas para el suyo plug and play a obra, el uso de paneles sandwich o multicapa, o sistemas en 3D, completos, como los baños industrializados totalmente equipados.

Las estructuras industrializadas están muy desarrolladas y se dan también soluciones híbridas en función de la materia prima utilizada:

Acero: Steel framing, con soluciones en entramado de este material resistente, moldeable y fácilmente reciclable.
Madera: Desde el entramado ligero hasta la madera contralaminada o CLT (Cross Laminated Timber o capas de madera dispuestas longitudinal y transversalmente, encoladas entre sí, formando placas de madera maciza de gran formato).
Hormigón armado pretensado: Era tradicional en edificios industriales, pero empieza a ser más frecuente en vivienda dada que permite crear grandes luces y formas variadas.
Todos ellos tienen cabida y son sistemas de construcción en seco, con uniones ensambladas o atornilladas, que permiten un rápido montaje en obra, reduciendo así los plazos de ejecución, pero también su desmontaje para una posterior reutilización y/o reciclaje.

Una guía de referencia y base de una norma

La Asociación Española de Construcción Industrializada, OCH, ha definido la ‘Categorización de los Métodos Modernos Constructivos, MMC’ en un documento, en una guía que sirve de referencia para iniciar la ordenación, divulgación, homogeneización y normalización de los procesos, materiales, tipologías edificatorias, etc., que la industrialización aporta al sector. En este documento se definen 7 categorías que permiten la ‘industrialización por grados’:

Sistemas estructurales primarios 3D
Sistemas estructurales primarios 2D
Prefabricación de componentes primarios estructurales
Componentes aditivos (estructurales y no estructurales)
Prefabricación de componentes y subcomponentes no estructurales
Productos sustitutivos tradicionales
Procesos sustitutivos tradicionales

Referencias para avanzar en industrialización, igual que los criterios sobre sostenibilidad en construcción industrializada que tienen que tenerse en cuenta en los pliegos de edificación de las Administraciones Públicas.
Y es que la construcción industrializada es uno de los principales vectores de la sostenibilidad en la edificación. Así lo hemos visto CONSTRUMAT 2024 y lo volveremos a ver en la edición del año próximo con novedades.