El Observatorio Industrial de la Construcción de la Fundación Laboral de la Construcción acaba de publicar su completo Informe anual de balance sobre el sector correspondiente a 2022, donde se concluye que la construcción muestra “buen ritmo de crecimiento”, aunque por debajo de las expectativas iniciales debido a “la incertidumbre y la volatilidad” provocada por la “alta complejidad socioeconómica mundial”, y mantiene su “importante potencial” de cara al futuro bajo el paraguas de los fondos Next Generation.
Según detalla el documento, la economía española “no ha logrado recuperar los niveles de PIB de 2019”, y se advierte una ralentización y pérdida de ritmo por causas diversas como la guerra de Ucrania, el encarecimiento de los costes de la energía y materiales, inflación incontrolada y alza de tipos de interés. Pese a estas afecciones, “el comportamiento del sector en 2022 se considera muy positivo en muchos de sus principales indicadores económicos”.
Este es el caso, del número de personas trabajadoras y empresas de la construcción, cuyo incremento muestra “la capacidad de resiliencia y de adaptación” de un sector alejado de las condiciones que le llevaron a otras crisis anteriores, y que “se encuentra saneado, robusto, y continúa siendo uno de los motores económicos de nuestro país”. Así, el número de afiliados/as del sector alcanzó en 2022 la cifra de 1.333.189 de trabajadores/as, un 3,5% más que el año anterior. Por su parte, las empresas aumentaron un 2,5% alcanzando la cifra de 136.224.
La aportación de la construcción al Producto Interior Bruto (PIB), medida en términos de Valor Añadido Bruto (VAB), tuvo un crecimiento del 4,1% en volumen encadenado y base en el año 2015 (referencia tomada dado que 2022 estuvo marcado por una fuerte inflación) y representó un 4,7% sobre el PIB. Respecto a las ventas totales de las empresas de construcción se observa que durante 2022 se han incrementado las ventas en 963 millones de euros respecto a 2021, alcanzando los 83.075 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 1,2%.
A pesar de este crecimiento en el empleo y en el tejido productivo, el sector construcción advierte de las amenazas que le acechan como el “intenso” aumento de costes de materiales y la “pérdida de dinamismo” en las cadenas de suministros de materiales, por lo que demandan “medidas a la Administración para paliar esta situación” que puede afectar al desarrollo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
“Ninguna norma recoge el precio de la energía, que quedó excluida del sistema de revisión excepcional de precios en los contratos públicos, a pesar del exagerado incremento de sus precios que aumentan un 85% interanual en 2022, el mayor incremento en la serie histórica desde 2008”, incide el informe, que detalla que solo entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, el número de licitaciones desiertas identificadas alcanzó la cifra de 1.939, impidiendo iniciar obras por importe de 882 millones de euros.
Licitación pública, la mejor cifra en 10 años
El volumen de licitación pública acumulado durante el año 2022 asciende a más de 30.074 millones de euros, según los datos publicados por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), siendo el mayor volumen registrado en los últimos diez años. En 2022 se produce un incremento del 27,9% con respecto a 2021. “A pesar de ser unas cifras positivas y alentadoras para el sector, el dato queda empañado por el número de licitaciones que se quedan desiertas, dificultando la implementación de los fondos europeos destinados a la ejecución de infraestructuras públicas”, valora el sector en este informe anual, que incide, además, en la necesidad de un “marco regulatorio con estabilidad y seguridad jurídica” para lograr alcanzar los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética.
Visados “insuficientes” con miras a 2024
En el subsector de la Edificación, el estudio detecta un ritmo de producción por debajo de la demanda. El alza de tipos de interés frena los nuevos proyectos, tanto por parte de las promotoras como de los ciudadanos demandantes de vivienda. De tal forma, el número de visados de obra nueva en 2022 fue de 108.895 (+0,5% tasa interanual) y las asociaciones del sector consideran este volumen “insuficiente”, aunque auguran que para 2024 se “recupere el ritmo de producción”. En el resto de los registros se produce una reducción: en Ampliaciones (-13,7%), y en Reformas (-11,5%).
A este respecto, el Informe económico del sector 2022 recuerda que el Plan de Recuperación contempla la rehabilitación de viviendas y edificios enfocada hacia la eficiencia energética, con el objetivo de llevar a cabo 510.000 actuaciones de renovación en, al menos, 355.000 viviendas hasta el segundo trimestre de 2026, y contribuir a los Objetivos a 2030 del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que persiguen lograr la rehabilitación de 1,2 millones de viviendas en el periodo 2021-2030. Ante estos retos, el sector se pregunta “¿los resultados hasta la fecha son los esperados?”. “El año 2022 -explican- se perfilaba como un importante periodo que propulsara la actividad rehabilitadora. Es imprescindible un despliegue mucho más ágil de los fondos a nivel territorial pues es preocupante el atasco que estas ayudas están sufriendo una vez que llegan a las comunidades autónomas”.
En cuando a la vivienda pública y protegida, el estudio insta a las administraciones a que “materialicen compromisos que impulsen la vivienda social”, que actualmente supone en España un 2,6% frente al 9% de la UE.
El estudio también recoge el dato de compraventa de viviendas inscritas en los registros de la propiedad, que alcanzó el año pasado las 649.494 viviendas, un aumento del 14,7% respecto a la cifra registrada en 2021. De cada diez compraventas de vivienda registradas, ocho fueron de vivienda usada. El número de operaciones con viviendas, tanto nuevas como usadas, es mayor que el registrado en 2021.
El valor de los/as profesionales: “sin previsión de cambio a corto plazo”
El año 2022 ha estado caracterizado por varios retos muy presentes en el tiempo dentro del sector: la escasez de personal cualificado en construcción, el “progresivo y alarmante” envejecimiento de sus plantillas, “sin previsiones de cambio a corto plazo”, y la falta de relevo generacional que choca con la alta tasa de paro juvenil menor de 25 años “que en España representa el 29,7% susceptible de recibir formación específica”.
Para paliar esta escasez de profesionales, patronal y sindicatos del sector plantean como decisiva la atracción de jóvenes que aseguren el futuro de la construcción. Además, se apunta hacia el hecho de potenciar el uso del contrato de relevo en el sector, favoreciendo su utilización en los contratos de trabajo en ejecución de obra, “dado que con esta fórmula se garantizaría, no solo el relevo generacional, sino además que todo el conocimiento acumulado de los profesionales mayores se transmitiera, en la práctica, a los jóvenes.” “Es vital para el sector incrementar la formación dirigida a cualificar a jóvenes y mujeres, así como a parados del sector e incluir la fórmula del contrato de relevo para las personas trabajadoras de la industria de la construcción”, incide el informe del sector 2022.